Estos días he estado pensando sobre este tema, hay que hacer
caso a los sentimientos o hay que hacer caso a la cabeza.
La verdad que lo bonito, y lo que siempre nos han contado es
que hacer caso a los sentimientos siempre es más intenso, pero si os soy sincero
la respuesta está en cada uno de nosotros y en cada situación. Está claro que
cada uno de nosotros piensa de una manera, y hay quien se gusta dejarse llevar
por los sentimientos, y hay quien siempre utiliza la cabeza. Yo personalmente
soy de los que piensa que en la variedad está el gusto, y que se puede uno
dejar llevar por los sentimientos y a veces ser racional. Como hemos dicho al
principio lo bonito es que te dejes llevar por los sentimientos, que tus
sentimientos sean recíprocos y todo lo que vemos en la películas se haga realidad,
pero seamos sinceros, esto rara vez se da. Entonces es cuando tenemos que
pensar con cabeza y decirnos que esos sentimientos no recompensados nos están haciendo
daño, esa es una de las luchas internas más duras que se pueden tener, por lo
menos `para mí.
Estas mismas reflexiones acerca de si hacer caso a la cabeza
o a los sentimientos nos puede pasar en varios terrenos de la vida, por ejemplo
ir a un trabajo fuera dejando aquí a tu familia, amigos, tierra etc. O no irte.
Cada uno tiene que saber cómo es él y lo que le apetece y lo
que no, una vez que sepamos eso a trabajar sobre ello intentando hacer lo más beneficioso
para nosotros.
La semana que viene más.
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