Evidentemente, todos nos ponemos malos, algunos más y otros
menos veces, algunos con más y otros con menos gravedad, pero todos nos ponemos
malos.
El artículo de hoy no trata de medicina ni nada por el
estilo, pero lo que sí creo es que, nuestro estado de ánimo afecta el hecho de
estar enfermo. Con esto no quiero decir la tontería de que si nuestro estado de
ánimo no nos ponemos malos, porque no es así, solo digo que nuestro estado de
ánimo transmite cosas a nuestro cuerpo, esto nos permite estar mejor dentro de
nuestra horquilla de posibilidades. Se observa esto hasta en las personas de tu
entorno, a las que transmites tu estado de ánimo, es decir si estas contento le
pegas algo de tu alegría, (como no lo va a notar tu cuerpo).
También hemos hablado muchas veces de cómo tratar de cambiar
nuestros hábitos para mejorar nuestro estado de ánimo, tratemos de no llenar
todo nuestro tiempo libre y dejar algo de tiempo para nosotros. Ya dijimos,
“muchas veces no hacer es hacer”, se que es difícil y más en los tiempos que
corren, pero un poco de trabajo por nuestra parte en nosotros mismos es mucha
salud para todos. Así que ya sabéis tratad de ser felices.
La semana que viene más.