Si bien hace unas semanas escribimos acerca del capitalismo
y como nos educan para dar mucha importancia al consumismo y los bienes
materiales, en este caso quiero que reflexionemos acerca de esas pequeñas cosas
de las que disponemos y no le damos valor, dando por tanto la razón a la frase
“no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”, y es que creo que es verdad,
damos por hecho que al abrir un grifo debe de salir agua. O damos por hecho que
debemos ver o poder caminar. No nos damos cuenta que todas esas pequeñas o
grandes cosas nos deberían hacer sentirnos afortunados. Hace pocas fechas hable
con un amigo que estuvo de voluntario en países llamados del tercer mundo. No
disponía de agua en los grifos. Al volver a su país enseguida se acostumbro a
la comodidad de tener agua en su grifo, hizo un ejercicio admirable desde mi
punto de vista. Puso notas en los grifos en los interruptores etc. Recordándose
a si mismo lo afortunado que es de tener esas comodidades cada vez que las utiliza.
Yo mismo trato de valorar las pequeñas cosas del día a día y don dejarme llevar
por este mundo del capitalismo y la sociedad. Trato de disfrutar cada mañana de
los paisajes que me deja ver los amaneceres desde un bonito paseo en bicicleta.
Sin la necesidad de colgarlo en las redes sociales. Simplemente ser capaz de
disfrutar y decirme a mí mismo lo afortunado que soy, por poder ver el
amaneces, por poder dar el paseo en bicicleta etc.…
Tratemos de pensar lo afortunados que somos, y lo poco que
lo valoramos.
La semana que viene más.
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