lunes, 12 de diciembre de 2016

EL BULLYING



Tras mucho tiempo planteándome escribir sobre este tema me he decidido a escribir sobre el acoso escolar, que ya puede ser presencial o con ciberacoso, lo normal sería escribir sobre la persona que recibe el bullying, la cual, está claro que esa etapa queda marcada en su personalidad, y tendría que trabajar sobre ello para superar esa etapa.


Yo voy a escribir acerca de los agresores, los que se dedican a hacer la vida imposible a los acosados, empezare por decir que si analizamos estos casos, el agresor, rara vez se enfrenta en solitario a su víctima, lo cual nos da una pista de su falta de autoestima, y me atrevería a decir que, utiliza este tipo de agresiones para evitar ser la victima el mismo de las agresiones, la falta de confianza les hace pensar que si no son los que realizan las agresiones creen que serán los que reciben. También cabe decir que los que acompañan al agresor, le anima y le apoyan, podría tener el mismo problema que el agresor, por lo tanto para tratar de solucionar el problema hay que dedicarse menos a la persona agredida, que desde mi punto de vista esos episodios vividos, aunque desagradables, creo que le harán tener una personalidad más fuerte, y, trabajándola un poco podrá incluso sacar cosas positivas de la situación, y trabajar un poco mas con el agresor, ya que al no recibir tratamientos, se mantienen esos miedos e inseguridades en su personalidad, y será imposible erradicar el acoso.


 Como conclusión, puedo decir que de todas las situaciones podemos sacar algo positivo, y que si somos víctimas de acoso escolar forjaremos nuestra personalidad, y si somos agresores podemos tratar de afrontar la vida desde otra perspectiva, quitar los miedos a ser aceptados por los demás, por lo tanto forjemos nuestra personalidad estemos en la situación que estemos.


La semana que viene más.

1 comentario:

  1. El niño q tiene acoso escolar lo pasa realmente mal. Desde dejar de hacer deberes a no hablar de nada y sentirse super inseguro. Pero,una vez que le planta cara se vuelve más fuerte y más seguro de si mismo sin importarle lo que los demás digan o hagan

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