Aprovechamos que estamos en estas fechas navideñas para
reflexionar sobre estas fechas, lo centrare en el momento en el que se está
preparando todo para celebrar las fiestas y empezamos a acordarnos de esas “sillas
vacías”, sillas que en otros momento u otras circunstancias se encontraban
ocupadas por personas que pos diferentes motivos ya no se van a sentar con
nosotros esa noche, creo que estas fechas ponen más a flor de piel nuestros
sentimientos, se acentúa la melancolía, y porque no decirlo se producen muchos
roces en esas comidas y cenas en las que se junta la gente.
Está claro que estas fechas tienen la tradición de juntarse
y celebrar las fiestas en familia, pero cada vez me encuentro con más gente que
me dice que prefieren que pase pronto para no notar las sillas vacías entre
otras cosas, ya que no es lo mismo llevar tu esa ausencia a tu manera y para ti
mismo que hacerlo con toda la familia, y notar como a ellos también les entra
la melancolía y se produce sin quererlo un ambiente nostálgico a lo largo de
los preparativos navideños.
Propondría la mejor forma de llevar este tipo de vacíos,
pero me parece que es tan personal que creo que cada persona y cada familia tendrá
que ser capaz de enfocar la navidad y las sillas vacías a su manera, porque
recordad que cada uno de nosotros somos únicos e inigualables.
Así que ya sabéis al mal tiempo buena cara.
La semana que viene más.