Creo que la competitividad es buena en su justa medida como
todo. Lo que sí que creo que no lo es la
presión que metemos a nuestros hijos desde pequeños para ser los mejores en
todo. Creo que no está mal que sean buenos en las cosas que hacen y se
esfuercen por mejorar. Pero creo que muchos padres se exceden y rivalizan con
todo. En el futbol por ejemplo solo hay que ver a los padres viendo un partido.
¿Qué ejemplo dan a sus hijos?, La última vez que viví una situación de este
tipo me dio por pensar. Como no nos vamos a pisar en esta sociedad si desde las
categorías más bajas deportivas enseñamos a hacerlo en lugar de buscar otros
valores. Creo que el deporte y la competitividad pueden ir unidos, pero creo
que el deporte y los padres podemos transmitir otros valores a nuestros hijos
diferentes que los que parece que estamos dando.
Si lo miramos desde fuera un partido entre chavales que
corren detrás de un balón y que uno de ellos se caiga y su compañero le tienda
la mano para seguir disputando el partido de tu a tu me parece mucho más
educativo a incitar a los niños que tiren a su contrario para poder ganarle más
fácil. La verdad es que no se hacia donde se dirige esta sociedad.
Pensar en ello.
La semana que viene más.